Article,

La forja de un traductor

.
Panacea : bolet\'ın de medicina y traducción, (2003)

Abstract

Se han ido para siempre aquellos tiempos que algunos de ustedes y yo conocimos, en los que pod\'ıamos recibir un trabajo por correo normal, terminarlo las más veces en un plazo razonable para poder hacerlo como era debido, devolverlo también por correo y olvidarlo hasta que llegaba el cheque y la hora de contabilizarlo y cobrarlo. Hoy no somos sólo traductores, sino COMUNICADORES, con mayúsculas, porque a veces empleamos la mayor parte de nuestra jornada de trabajo en faenas de comunicación. Hasta hace unos pocos años, no recuerdo haber tenido que enviar a nadie un curr\'ıculo o una traducción de prueba (fuera de aquella excepcional que hice para LIFE). En mi «cueva» (despacho), al simple teléfono de antes (que apenas utilizaba para comunicarme con algún que otro cliente) se han sumado ahora la contestadora automática, el fax, la impresora, la fotocopiadora, dos computadoras (una nueva y de lo más inestable con su programa operativo Windows XP, y otra vieja, desmemoriada como yo, pero que todav\'ıa sirve para casos de apuro), el módem, un lector óptico (scanner), una grabadora acústica, programas informáticos varios... Es irónico comprobar que el papel de escribir, que ya deber\'ıa haber desaparecido, cada d\'ıa se consume en cantidades mayores que antes.

Tags

Users

  • @sofiagruiz92

Comments and Reviews