Tramadol es un opioide débil con un consumo elevado desde el momento de su puesta en el mercado en España
en el año 1998. La aparición en el mercado de combinaciones de tramadol con paracetamol y dexketoprofeno,
supuestamente a dosis bajas, ha hecho que se tenga una falsa sensación de seguridad y no se tenga conciencia de los
riesgos del consumo crónico de tramadol. En los últimos años han aparecido numerosas publicaciones haciéndose
eco de problemas de seguridad, mal uso y comercio ilícito que de este fármaco se está haciendo a nivel mundial.
El tramadol se ha incluido en el Plan de optimización de la utilización de analgésicos opioides en dolor crónico
no oncológico en el sistema nacional de salud aprobado el 13 de julio de 2021 debido a los problemas de seguridad
identificados que conlleva el uso crónico de este fármaco. La prevalencia de consumo de tramadol a nivel nacional
en el grupo de 15-64 años en el año 2019 fue de 7,2% (6,3 en hombres y 8,2 en mujeres1
).